La chía contribuye a regular el colesterol y el apetito, ya que contiene mucílagos, una fibra soluble que ayuda con la saciedad con efectos curativos del sistema respiratorio, digestivo y nervioso.
Por otro lado, las semillas de chía, también contienen antioxidantes como el Selenio, que ayuda a proteger las células de los radicales libres o del envejecimiento celular, desintoxicando tu organismo.
Es un alimento sumamente energizante y con propiedades antiinflamatorias.